Si utilizas una pantalla durante muchas horas al día, como puede ser el ordenador para el trabajo o el teléfono móvil por ocio, es probable que tenga consecuencias en tu salud ocular. Los principales signos de un uso excesivo es el picor o el enrojecimiento de los ojos, e incluso puede desembocar en dolores de cabeza.
Denominado «síndrome visual informático», este problema se debe atajar desde el primer momento ya que puede llegar a convertirse en enfermedades más graves. En realidad, no hacen falta grandes cambios en tu vida, pero sí tener en cuenta el daño potencial que puede suponer y cómo una serie de hábitos pueden ayudarte a prevenir que la bola se haga más grande.
Lógicamente, este problema se ha incrementado en los últimos años con el aumento de uso de pantallas. El teléfono móvil se ha convertido en prácticamente una extensión de nuestra mano, y ya no solo lo utilizamos para llamar y enviar SMS, sino que permite hacer un montón de cosas cómodamente. Para evitar problemas relacionados, aquí tienes una serie de sugerencias para que tu salud ocular se vea afectada lo mínimo posible.
Aunque parezca una tontería, si cada menos de media hora le das un descanso a tus ojos, la fatiga visual se verá reducida considerablemente. Serán unos instantes, pero la tensión ocular decrece y el estado general del ojo mejora. Incluso sin hacer una pausa prolongada, los ojos se toman un respiro y pueden seguir trabajando en mejores condiciones.
De la misma manera que se recomienda hacer estiramientos para que los diferentes músculos del cuerpo no se agarroten o para prevenir lesiones antes y después de hacer deporte, mover los ojos de manera circular permitirá que los inconvenientes de tener la vista fijada durante mucho tiempo en una pantalla no sean tan graves. No son movimientos difíciles, sino que simplemente debes dibujar círculos mentalmente con tus ojos.
La iluminación del lugar e el que trabajes es fundamental para no forzar la vista. Hay gente que se acostumbra a mirar la pantalla en una habitación a oscuras, y eso elimina la luz en el entorno y provoca que el impacto sea mayor. Siempre se recomienda el uso de luz natural, aunque si no es posible, más vale tener una lámpara encendida que estar a oscuras. Así, el ojo se acostumbrará a los diferentes focos de luz que existen y no será tan perjudicial para tu salud ocular.
Como decíamos, fijar la mirada en un punto concreto durante mucho tiempo puede desembocar en problemas como el dolor de cabeza. Por eso, es importante alternar el objeto al que se mira, y de ahí que si llevas mucho tiempo fijándote en lo que pone en el ordenador o el móvil, viene bien cambiar y mirar a lo lejos para que varíe el foco. Así, conseguirás una mayor capacidad de enfoque cuando vuelvas a mirar la pantalla.
La escasez de lágrima es uno de los problemas más habituales para aquellas personas que hacen un uso excesivo de las pantallas. Parpadear frecuentemente contribuye a evitar que los ojos se sequen y enrojezcan. De la misma manera, puedes utilizar gotas que alivian la irritación ocular, aunque siempre recomendamos consultar con anterioridad a especialistas en salud ocular.
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